Un espacio de estudio bien diseñado puede marcar la diferencia entre una sesión de estudio productiva y una llena de distracciones. En este artículo, te guiaremos paso a paso para crear un rincón de estudio que te permita alcanzar tu máximo potencial.
Tu lugar de estudio debe brindarte toda la comodidad posible al momento de estudiar de modo que puedas encontrar la concentración completa (García León, Mendoza Montoya, & Fernández Saucedo, 2018). Dentro de las características que debe tener un buen espacio de estudio se debe tener en cuenta su ubicación, mobiliario, organización, iluminación y ventilación.
En relación con la ubicación, te sugerimos que elijas un espacio aislado y tranquilo, con buena iluminación natural y lejos de distractores como la televisión, el celular, videojuegos, etc. Ten presente que la tecnología ha revolucionado la forma en que estudiamos, pero también ha introducido nuevos desafíos. Si bien los ordenadores y dispositivos móviles son herramientas valiosas para la investigación y la organización, su capacidad para distraernos puede ser perjudicial. Es fundamental establecer límites claros y utilizar aplicaciones que bloqueen distracciones para aprovechar al máximo las ventajas de la tecnología sin caer en sus trampas.
El mobiliario de tu espacio de estudio debe incluir una mesa amplia y cómoda, una silla ergonómica, junto con estanterías y organizadores para materiales. Te sugerimos mantener tu espacio ordenado y limpio y tener a mano todo lo necesario para estudiar.
La iluminación y la ventilación también son aspectos importantes para tener en cuenta. Te recomendamos evitar la luz directa y los reflejos, para evitar la fatiga visual, también puedes combinar luz natural con luz artificial de acuerdo con tus necesidades. Así mismo, recuerda mantener una temperatura agradable y una buena ventilación en tu lugar de estudio, que favorezca la oxigenación cerebral y potencie tu concentración.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones podrás mejorar tu concentración y productividad en las sesiones de estudio, reduje el estrés y la fatiga mental y mejorar tu rendimiento académico.
Por último, recuerda que cada persona es única y, por lo tanto, cada espacio de estudio debe ser personalizado para adaptarse a las necesidades y preferencias individuales. No existe una fórmula mágica para crear el espacio de estudio perfecto, pero siguiendo los consejos de este artículo y experimentando con diferentes configuraciones, podrás encontrar el entorno ideal para ti. Recuerda que tu espacio de estudio debe ser un reflejo de tu personalidad y de tus objetivos.
Referencias
García León, F., Mendoza Montoya, J., & Fernández Saucedo, N. (2018). Aprender a aprender. Hábitos, métodos, estrategias y técnicas de estudio: guía para el aprendizaje significativo. Bogotá: Ediciones de la U.